El dengue es una infección viral, transmitida a los humanos por la picadura de mosquitos (zancudos) infectados. El virus del dengue (DENV) tiene 4 serotipos. La enfermedad se da la mayoría de las veces como cuadros leves y autolimitados, similares a un cuadro gripal; no obstante, ocasionalmente este evoluciona a cuadros graves con complicaciones, y puede llevar a la muerte. Son relevantes la detección precoz y la atención médica oportuna y adecuada, pues si bien no existe un tratamiento específico, su correcto manejo reduce las tasas de letalidad a menos del 1% en los casos graves
Datos Importantes
1 de cada 4: Aproximadamente una de cada cuatro personas infectadas con dengue se enferma.
En las personas que se enferman con dengue los síntomas pueden ser leves o graves.
El dengue grave puede poner la vida en peligro en unas pocas horas y a menudo requiere hospitalización.
La presentación clínica se agrupa en dos formas: en la mayoría de los casos es asintomática o con síntomas leves, y en menor medida se puede dar un cuadro grave. Cualquier persona podría tener un cuadro grave, independiente de su grupo etario.
Su periodo de incubación es de 4 a 10 días tras la picadura y sus síntomas, si es que los hay, duran en general de 2 a 7 días. En zonas donde la enfermedad es endémica debe sospecharse en personas con fiebre elevada (≈40 °C) acompañada de dos de los siguientes síntomas:
Cefalea (dolor de cabeza) muy intensa
Dolor retro ocular (dolor detrás de los ojos)
Mialgias y Artralgias (dolores musculares y articulares)
Náuseas Vómitos Presencia de adenopatías (agrandamiento de ganglios linfáticos)
Lesiones de piel (sarpullido)
El Dengue Grave puede manifestarse con un deterioro repentino del estado de salud o exacerbación de síntomas (por ejemplo, dos días de fiebre alta que luego cede) y pueden aparecer signos de alerta como:
Cólicos o dolor abdominal intenso
Vómitos persistentes
Taquipnea (Respiración acelerada)
Hemorragias en mucosas (sangrado en las encías o la nariz)
Melena o Hematemesis (presencia de sangre en el vómito o las heces)
Fatiga
Agitación
Hepatomegalia (agrandamiento del hígado)
No hay tratamiento específico para el dengue, por eso se hace relevante la asistencia médica oportuna, y detección de signos de alarma para manejo adecuado de los pacientes críticos. El abordaje sintomático y de las potenciales complicaciones son lo que permite la reducción en el riesgo de mortalidad.
En zonas endémicas con presencia del zancudo y evidencia de transmisión de la enfermedad, el único método para controlar o prevenir la transmisión del virus dengue consiste en evitar la picadura del zancudo y su proliferación:
Recomendaciones generales para zonas con presencia de zancudo.
Mallas para ventanas y puertas; repare los orificios en las mallas para evitar que entren los zancudos.
Use el aire acondicionado si hay uno disponible.
Duerma con mosquitero si las habitaciones no tienen aire acondicionado o mallas en las puertas y ventanas.
Una vez a la semana, vacíe, restriegue, dé vuelta, cubra o tire cualquier elemento que acumule agua como neumáticos, baldes, macetas, juguetes, piscinas, bebederos de aves, platos de macetas y contenedores de basura. Verifique dentro y fuera de su casa, posibles repositorios que permitan el estancamiento de agua, pues los zancudos ponen sus huevos en estos lugares o cerca del agua.
Utilizar medidas de protección personal:
Usar ropa larga y de colores claros que cubra la mayor extensión posible del cuerpo (pantalones largos, camisas manga larga).
Usar repelente (DEET al 30%, icaridina o IR3535) siguiendo las instrucciones del fabricante según la concentración del principio activo y frecuencia de uso.